04/05/2016
El juez Casanello ordenó que la institución los custodie provisoriamente. Anticuarios dudan que tengan mucho valor.
Mientras Lázaro Báez cumplió ayer un mes de prisión, procesado por supuestas maniobras hechas a través de la financiera SGI, el juez federal Sebastián Casanello ordenó trasladar los libros secuestrados durante los allanamientos de sus propiedades en Santa Cruz a la Biblioteca Nacional, donde permanecerán en custodia mientras avance la causa. Según fuentes judiciales, se trata de una “medida precautoria” del magistrado.
Entre otros libros, se dijo que había allíprimeras ediciones de Jorge Luis Borges, un ejemplar de la autobiografía de Evita, La razón de mi vida, firmado por su autora y una obra de Juan Perón, Del poder al exilio, también firmada por el General. Y un libro infantil de Alfonsina Storni.
Ante esta decisión de Casanello Elsa Barber, directora de la Biblioteca Nacional hasta que asuma Alberto Manguel, informó a Clarín que recibió el oficio del magistrado y ahora aguarda para saber cómo será el procedimiento. Según explicó la funcionaria, a Santa Cruz debería viajar un asesor legal acompañado por un especialista, y ellos serán los encargados de realizar un inventario del material y analizar las cuestiones logísticas para el traslado de la colección. Sin embargo, también reconoce que aún no sabe ni siquiera cuántos volúmenes la integran. “La Biblioteca mantendrá estos libros guardados en el Tesoro por el tiempo que indique la Justicia”, explicó Barber, quien aún no podría arriesgar el valor de los ejemplares encontrados.
Ante las escasas imágenes que circularon del lote, especialistas en libros antiguos consultados por Clarín reconocen que los libros de Evita abundaron en el mercado y no tendrían un valor significativo mientras que el valor de las primeras ediciones de Borges podrían ascender a losseis mil dólares, siempre teniendo en cuenta cuestiones subjetivas, como a quién está dirigida la dedicatoria o la rareza del ejemplar encontrado. Sin embargo, al menos por lo que pudo verse en las imágenes que circularon en medios y redes sociales, los libros que poseía Báez no son primeras ediciones, sino libros de Emecé publicados treinta años después de las ediciones originales o enciclopedias sin mucho valor. Es decir, de incunables nada.
Fuente: Clarín
