15/11/2016
Desde Vialidad Provincial ratificaron que antes de finalizar el año se liberaría el tráfico sobre el tramo en reconstrucción. Desde agosto que se cerró un sector y se debe usar un desvío provisorio.
A mediados de diciembre quedaría habilitado el tramo en reconstrucción de la ruta del Cuadrado, que une el valle de Punilla con la región de Sierras Chicas. En agosto pasado, tras reiterados desmoronamientos y hundimientos, Vialidad Provincial anunció el cierre de un trayecto de 3,5 kilómetros para ejecutar reparaciones múltiples. Desde entonces, se habilitó en forma provisoria un desvío de tierra, de unos seis kilómetros, que permite realizar el trazado pero con al menos el doble del tiempo que insumía la ruta asfaltada.
Osvaldo Vottero, titular de Vialidad Provincial, ratificó que tal como se preveía al iniciarse las obras en agosto, antes de finalizar este año se normalizará el tráfico. «A mediados de diciembre deberá estar todo listo», indicó Vottero.
Tanto en la zona centro y norte de Punilla como en Sierras Chicas se aguarda que eso ocurra, ya que la ruta es de alto impacto para el movimiento turístico y comercial entre ambas regiones. Para Punilla, además, representa una afluencia mayor de visitantes de la ciudad de Córdoba.
Desde que fue inaugurada como ruta en 2011, el Camino del Cuadrado lleva más días con el tráfico interrumpido total o parcialmente en algunos de sus tramos, que los que estuvo habilitado con normalidad.
Vottero indicó que a pesar de las lluvias del último mes los trabajos contratados han evolucionado en los plazos previstos. «Ahora, se concentran en la etapa final, sobre el viaducto que se construye en los 80 metros más complicados, donde se regiostraban los principales problemas», precisó.
El viaducto es una especie de ruta que se construye sobre la existente, a modo de una especie de puente aunque a la vista no se percibirá como tal. El objetivo es que el movimiento del suelo ya no genere impacto sobre la carpeta de tránsito. Buena parte del trabajo está hecha, los pilotines están colocados, se está armando ahora la armadura de hierro y resta el hormigonado, que estimamos que se hará la semana próxima», indicó Vottero a La Voz. Ese sector ya no tendrá asfalto sino hormigón.
Otras obras como construcción de paredones y engavionados sobre unos 500 metros considerados los más problemáticos ya están terminados, según dijo el funcionario. También se culminan varios kilómetros de un nuevo cordón cuneta que facilitará el desagüe de aguas en días de lluvias.
Sobre los 3,5 kilómetros intervenidos se colocaron además mallas protectoras para evitar derrumbes de las laderas, que fueron frecuentes hasta ahora. El presidente de Vialidad indicó además que algunas tareas secundarias se terminarán de ejecutar el año próximo, pero ya con la ruta habilitada al tráfico.
¿100 millones?
El presupuesto asignado a la reconstrucción de los 500 metros más problemáticos fue de 83 millones de pesos. Vottero señaló ahora que ese número se mantiene como cálculo del costo, pero que sumadas las tareas en el resto del tramo intervenido la cifra final superaría los 100 millones de pesos.
En términos nominales, sin contemplar inflación, las múltiples reparaciones que debieron hacerse sobre esta ruta de 35 kilómetros ya superan el costo de la inversión para su construcción inicial, que fue de unos 140 millones de pesos, calculados en 2011.
A la ruta del Cuadrado le seguirá faltando de todos modos un tramo final que nunca fue ejecutado: el enlace que evite su paso por la zona urbana de Valle Hermoso o de La Falda y que la conecta con la ruta nacional 38, que atraviesa Punilla. Desde Vialidad ratificaron que ese enlace está en revisión para adecuarlo a lo que sería la traza (aún a definir) de una nueva autovía sobre la 38, que llegaría hasta La Falda y que se promete construir desde 2018.
El desvío
El tramo cerrado es el extremo, sobre el valle de Punilla. Desde agosto, se habilitó como desvío el viejo camino que desciende hasta el ex hotel Edén, en La Falda. Es un camino de tierra, angosto y sinuoso, que no permite el paso en doble sentido y que requiere una circulación a marcha muy lenta. Los fines de semana se generan largas colas de vehículos y esperas para ordenar el tráfico en uno u otro sentido, mediante móviles de la Policía Caminera. Además, no se permite ese desvío –de unos seis kilómetros– en horario nocturno.
Fuente: La Voz del Interior