21/08/2016
A través de una carta, la chica a la que el tecladista de Trulalá le exigía fotos y videos desnuda cuenta el calvario que vivió. Durante 7 años, la extorsionó con la amenaza de publicar en las redes sociales sus imágenes.
Mucho tiempo esperé este momento. Pensé que jamás llegaría, pero hoy puedo decir que esta dura historia se terminó para mí y seguro que para muchas chicas también”.
Así comienza la carta que M. S. escribió para contar el calvario que soportó durante siete años por “un error que cualquier adolescente puede cometer” y que la llevó a pensar que la única manera de escaparse del infierno en que vivía era quitarse la vida.
Se trata de la chica de 26 años a quien Franco Carignano (26), el tecladista de la orquesta cuartetera Trulalá, mediante amenazas, le exigía fotos íntimas por internet desde 2009.
El joven músico está detenido en la cárcel de Bouwer desde el 1° de septiembre, acusado de extorsión.
En la madrugada de ese día, investigadores de la Unidad Cibercrimen de la Dirección de Investigaciones Operativas (DIO), con apoyo de efectivos del Equipo Táctico Especial Recomendado (Eter) de la Policía de Córdoba sorprendieron al pianista en su departamento de barrio Observatorio, en plena faena intimidatoria.
El fiscal de Instrucción de Distrito 1, Turno 5, Gustavo Dalma, encabezó el allanamiento. Este magistrado investiga el caso de supuesto sexting desde mediados de 2012, cuando la víctima se animó a denunciar la pesadilla, acompañada por su novio.
El amigo “Andrés”
M. S. comenta que la relación comenzó en Messenger cuando un tal “Andrés” la agregó a sus contactos en ese programa de mensajería instantánea.
Poco después –dice–, el amigo virtual le pidió que le enviara fotos en ropa interior. “En un primer momento me negué, pero luego de tanta insistencia accedí y ya no hubo vuelta atrás”, se lamenta la joven.
Desde ese momento el nivel de exigencia aumentó.
Comenzó a pedirle fotos y videos desnuda.
“Me describía las posiciones que deseaba, especificando con mínimos detalles cada una de ellas”, explica en la misiva.
“A lo largo de estos años (Carignano) utilizó más de 20 perfiles de Facebook (de hombres y de mujeres) para contactarme (…) y hacía visibles sus amenazas utilizando mis fotos desnuda como foto de perfil, en varias ocasiones con carácter público y enviándoles solicitudes de amistad y mensajes a mis amigos, diciendo que era mi compañera de facultad”, apunta la joven.
Pese a todo, M. S. logró graduarse en la Universidad Nacional de Córdoba.
En ocasión de un trabajo en grupo, Carignano la contactó y le exigió que fuera al baño y le enviara imágenes en posturas osadas, recuerda.
“En otra oportunidad llegó a pedirme que contactara a una amiga de Facebook y la convenciera de que le enviara fotos de ella desnuda”, relata. “Fue tanta la insistencia que le dije: la única solución es que termine con mi vida porque de otra forma esto jamás terminará”, apunta en la carta.
La chica comenta que en una conversación virtual le consultó las razones de su conducta. “Lo hago como un logro porque no es lo mismo mirar a una que lo hace por plata o porque le gusta que ver a una mina común”, fue la respuesta que recibió de su victimario.
A principio de 2012 el novio de M. S. se enteró de lo que le sucedía y la convenció de que hiciera la denuncia. “Es la única persona que conoce mi historia y todo lo que he pasado”, asegura.
“El 1° de septiembre pasado recibí una llamada (de la Fiscalía de Dalma) diciendo que tenían buenas noticias; y aquí el final tan esperado”, celebra.
Asegura que nunca conoció a su acosador ni supo cuál era su verdadera identidad, hasta que Carignano fue detenido.
“Sé que muchas personas juzgaron y juzgarán mi historia. Lo único que les pido es que miren a su alrededor y estén atentos a sus hijas, sobrinas, novias, hermanas. Ellas pueden estar pasando por lo mismo”, sugiere.
Y cierra la carta con una reflexión: “Tuve que pasar por esto y sé lo difícil que es. Por eso les pido a todas las personas que tomen conciencia del alcance que pueden tener las redes sociales en nuestras vidas y los problemas que su mal uso puede ocasionar”.
Más denuncias contra el tecladista de Trulalá
Testimonios. El fiscal Gustavo Dalma, a cargo de la causa que tiene como imputado por extorsión a Franco Carignano, recibió el testimonio de otras dos supuestas víctimas del tecladista.
También, otra decena de mujeres se comunicó por teléfono con la Fiscalía de Instrucción del Distrito 1, Turno 5 y habría manifestado su voluntad de declarar, según indicó a este diario una fuente vinculada con la investigación.
El imputado. Ayer, el joven músico se abstuvo de declarar y permanece en la cárcel de Bouwer. Está alojado en ese penal desde el 1° de septiembre.
Para denunciar. Quienes quieran aportar información o realizar una denuncia, pueden llamar al 0-800-555-68537.
Fuente: La Voz del Interior
