Se trata de los barras Fabián Adolfo Kruger y Fernando Alfredo Gatica; se les aplicó una “Restricción de Concurrencia Administrativa” por dos años
Se trata de los barras Fabián Adolfo Kruger y Fernando Alfredo Gatica; se les aplicó una “Restricción de Concurrencia Administrativa” por dos años
Cinco días después de los incidentes entre hinchas de Boca Juniors y Gimnasia de La Plata en Rosario, el Ministerio de Seguridad dispuso la sanción correspondiente para dos barrabravas del Xeneize que se enfrentaron a la Policía.
El hecho ocurrió el pasado miércoles en el estadio Marcelo Bielsa, del club Newell’s Old Boys. En el entretiempo del cruce entre el equipo dirigido por Fernando Gago y el Lobo, hinchas del conjunto porteño comenzaron a pelear con la tribuna rival y las autoridades policiales, lo que desembocó en que su presidente, Juan Roman Riquelme, intervenga en el foco del conflicto para calmar las tensiones.
En esta ocasión, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial la resolución 1140/2024, en la cual comunicó que se identificaron a los hinchas que provocaron el desmadre y adjuntaron las sanciones que deberán afrontar por los incidentes.
“Aplíquese ‘Restricción de Concurrencia Administrativa’ a todo evento deportivo en todo el territorio nacional a Fabián Adolfo Kruger y Fernando Alfredo Gatica por 24 meses en forma preventiva hasta tanto se gestionen las actuaciones administrativas por parte de la Policía de la Provincia de Santa Fe”, estableció el documento que lleva la firma de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“La facción radicalizada conocida como ‘La 12′ derrumbó un portón para acceder a la otra platea y encontrarse con la otra parcialidad, donde en realidad se ven enfrentados a personal policial apostado en el lugar que formaban un cordón de contención”, consideró la ministra y afirmó: “Todas estas incidencias fueron registradas en imágenes por el Sistema de Control Operativo instalado en el estadio, y también plasmadas en imágenes de la televisión que difundía el partido”.
Además, se explayó: “Ante estas circunstancias y teniendo en cuenta que el espíritu de la normativa de aplicación vigente es preservar el orden y la seguridad en los espectáculos futbolísticos focalizándose en la prevención en el desarrollo de un encuentro deportivo, resulta notorio que el propósito es neutralizar e impedir la presencia en el evento de personas que pudieran alterar, en cualquier forma, la reunión deportiva”.
Ambos hinchas de Boca cuentan con antecedentes penales y son considerados barrabravas de los sectores más altos del club. Kruger fue parte de los incidentes ocurridos a principios de 1999 en un partido amistoso entre Boca y Chacarita en la Bombonera. En dicho partido, la 12 golpeó y atacó con navajas a los fanáticos rivales, lo que dejó un saldo de 14 heridos y barras prófugos.
Riquelme frenó a los hinchas
Los disturbios obligaron a una demora de aproximadamente 15 minutos en el partido, sin embargo, frenó a tiempo luego de que Riquelme acceda a la platea donde se estaban provocando los incidentes, se meta en el foco del conflicto y calme a los hinchas de su club.
El presidente de Boca, a los gritos y gesticulando, bajó desde el palco a la tribuna e intercedió en medio de la furia de los hinchas xeneizes para frenarlos y evitar el cruce con los platenses. El exjugador se posicionó delante del cordón policial tratando de convencer a los suyos de retroceder. Se conoció un video del momento en el que uno de los policías tomó un aerosol y arrojó gas pimienta hacia la dirección del dirigente, que recibió el compuesto químico por la espalda.
También hubo balazos de goma, golpes, gritos y butacas volando. Algunos jugadores se acercaron al lugar para pedir calma y tratar de evitar que el problema escalara todavía más, entre ellos, Marcos Rojo y Luis Advíncula de Boca. El uruguayo Matías Abaldo intentó lo mismo por el lado del Lobo, junto a Matías Fernández.
Por su parte, Raúl Cascini, Mauricio Serna y Marcelo Delgado, integrantes del Consejo de Fútbol xeneize, también bajaron a la platea para acompañar a Riquelme y frenar a la barra para impedir que los disturbios pasen a mayores.