29/05/2020
Las empleadas domésticas que no pudieron presentarse en sus trabajos por la cuarentena sufrieron irregularidades para cobrar sus sueldos desde que arrancó el aislamiento, aunque se el problema se profundizó en abril. Las mismas tienen que ver con denuncias por falta de pago, reducción salarial, suspensiones, despidos y hasta descuentos en los casos donde el trabajador/a recibió el ingreso de emergencia de 10.000 pesos por considerarlo un «complemento» del salario, cuando no lo es, denunciaron desde el Sindicato de Amas de Casa.
María Bertea, colaboradora del Sindicato de Personal de Casas de Familia (Sinpecaf), reconoció que «es algo que sucede con mucha frecuencia, lamentablemente».
«Los empleadores ‘creyeron’ que el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) era una ayuda del Estado para pagar el sueldo mensual a las empleadas en lugar de ser un complemento para agregar a la suma que habitualmente reciben por la tarea que realizan», se explayó.
«Algunos empleadores están intentando utilizar el IFE como parte de pago de sus haberes y esto no es así. El IFE es un complemento del dinero que ellas deben recibir como sueldo por el trabajo que hacen», reiteró Bertea.
No llega a todas
La entrevistada aclaró que el IFE «no llega» a todas las mujeres que trabajan en casas de familia porque «si tienen el esposo comprendido en el régimen general, monotributista categoría C para arriba, jubilados, etc. no pueden acceder» a la ayuda.
«Por día recibo al menos unos cien mensajes de parte de mujeres que están consultando sobre este tema mientras que aumentaba aún más en el momento de la inscripción porque era allí donde muchas solicitaban asesoramiento para realizar el trámite».
Recordemos que en el marco de la pandemia por el coronavirus, el Gobierno decidió brindar esta ayuda destinada a trabajadores informales, trabajadores y trabajadoras domésticas y monotributistas A y B.
Preocupa la falta de pago
«Muchas trabajadoras vienen a consultarnos porque no reciben el pago de sus haberes», indicó Bertea. El problema no se dio en marzo, sino en abril, cuando las trabajadoras empezaron a ver afectados sus ingresos.
Ante esto dijo que desde el sindicato que las nuclea «las estamos asesorando para que hagan el reclamo por la regularización de sus haberes porque eso les corresponde».
Si bien está vigente el Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 329/2020 que prohíbe despidos y suspensiones de empleados «por las causales de fuerza mayor o falta o disminución de trabajo», el sector no es ajeno a los intentos de algunos empleadores que insisten con despedir a sus trabajadoras.
Sobre esto último Bertea dijo que «se han dado algunos despidos que luego hemos logrado revertir la situación con la intervención del sindicato».
También «muchos empleadores intentaron obligarlas a concurrir a su lugar de trabajo».
Quienes realizan tareas generales continúan cumpliendo la cuarentena obligatoria, es decir, sin ir a trabajar, pero con goce de sueldo. Solo las personas contratadas que realicen tareas especiales -siempre y cuando no estén limitados por salud y/o el cuidado de niños- están habilitadas para salir de sus hogares con el fin de cumplir su jornada laboral.
Certificados «truchos»
Bertea comentó además que hubo «muchos intentos» de familias que emitían permisos de circulación falsos para sus empleadas haciéndolas pasar por asistencia y cuidado de personas cuando en realidad realizan tareas de limpieza. «Tenemos conocimiento de que muchos han llegado a emitir certificados ‘truchos’ ya que muchas trabajadoras que realizan tareas generales, de la noche a la mañana, se han transformado en cuidadoras de personas».
Estudio revelador
Solo el 33% de las trabajadoras domésticas recibió el salario abonado por sus empleadores sin poder trabajar ante la pandemia de coronavirus, mientras más de la mitad vio empeorada su situación laboral durante el aislamiento social obligatorio, según un reciente estudio realizado por la Universidad de Lanús (UNLa) y el Centro de Estudios e investigaciones laborales (Ceil) del Conicet, se informó este lunes.
El estudio, que encuestó a través de redes sociales y WhatsApp a 635 empleadas domésticas de todo el país -entre el 13 de abril y el 10 de mayo- mostró que sólo al 33,1% de las trabajadoras le siguen pagando el salario completo aunque estén imposibilitadas de trabajar.
«Decidimos investigar a las trabajadoras de casas particulares porque están vinculadas a problemáticas que están invisibilizadas. Es una población informalizada y precarizada, y con la pandemia esto se empeora mucho más. La mayor parte no van a trabajar, son pocas las que siguen yendo», dijo a Télam Miriam Wlos, coordinadora el programa Salud, Subjetividad y Trabajo de la UNLa.
Según precisó, el estudio indicó que solo al 33,1% de las trabajadoras les siguen pagando aunque no vayan a trabajar y corresponde a aquellas personas que están laboralmente registradas, mientras que a un 11% le pagan porque van a trabajar a pesar de la cuarentena.