22/10/2018
Sucedió casi en paralelo. Mientras el exintendente de Villa María Eduardo Accastello posteaba en las redes sociales su saludo con el papa Francisco, en Roma, en la municipalidad de la ciudad que gobernó durante dos períodos la Justicia realizó un extenso allanamiento.
A cargo de la fiscal Silvia Maldonado, los investigadores se llevaron documentación para la investigación de una causa en la que Accastello está denunciado por desmanejos financieros por la supuesta falta de rendición de cuentas de los entes descentralizados, similares a las agencias que creó el Gobierno provincial. El procedimiento es el correlato de una denuncia presentada por el extribuno de Cuentas José Naselli y se produce en un momento particular para Accastello: justo cuando fue reincorporado al peronismo provincial, tras la foto de hace algunas semanas que lo mostraba en el despacho del gobernador Juan Schiaretti, con quien mantenía un distanciamiento político y personal.En el PJ, hay varios dirigentes que se preguntan por qué el titular del Centro Cívico le “regaló” esa foto a un dirigente con varios frentes abiertos en la Justicia.
La principal preocupación judicial del excandidato a gobernador está centrada en el marco de la resonante causa de la exfinanciera CBI, donde se investiga el origen de los fondos de una caja de seguridad con 290 mil dólares a nombre de Fernando Boldú, exintendente de Laguna Larga y estrecho colaborador del exintendente de Villa María, dinero al que Accastello estaba autorizado a acceder.
El miércoles, en la Plaza de San Pedro, Accastello le entregó a Francisco varios obsequios, entre ellos, el libro Gobiernos locales hacia la común humanidad, que presentó el año pasado. A miles de kilómetros de Roma, en Villa María, la Justicia no fue tan compasiva como el Papa.
Fuente: La Voz del Interior