El fuego se inició cerca de las 14 y fue necesaria la participación de veinte bomberos voluntarios pertenecientes al destacamento de avenida Cervantes y del Cuartel Central.
El incendio destruyó algunas maquinarias agrícolas en desuso y varios rollos de alfalfa que se encontraban en el interior del predio. Avivado por el fuerte viento y la sequía, el fuego se propagó rápidamente, y los bomberos temían que afectara al galpón en donde se guardan ómnibus pertenecientes a la desaparecida empresa Plus Ultra, como así también que el riesgo de propagación se extendiera al predio que ocupaba el ex frigorífico San Justo, en donde había algunos animales que lograron ser puestos a salvo por los servidores públicos.
Mientras algunas dotaciones trabajaban a la vera de la Ruta 158, otras intentaban evitar que el fuego ingresara al predio de la Familia Piamontesa y de la disco Runa.
Las llamas avanzaban por el costado de las vías férreas y los bomberos trabajaron además en la esquina de las avenidas 9 de Septiembre y de la Universidad a los fines de contener el avance de las llamas.
El denso humo se apreciaba desde una considerable distancia y fue necesario solicitar la colaboración de camiones del servicio de riego de la municipalidad de San Francisco a los fines de poder abastecer de agua a las autobombas que trabajaban en los distintos frentes.
Aunque el inicio del fuego se desconoce, se supone que el mismo se habría originado en el predio de maquinarias en desuso que hay detrás del edificio de la exestación de servicio del cruce de rutas.
A las 15 se hizo sonar la sirena mayor del cuartel central para convocar a más bomberos para trabajar en varios frentes a la vez.
La tarea se realizó de a pie y utilizando las mochilas hidrantes, «el terreno está muy blando y no soporta el peso de la autobombas por eso tenemos que entrar caminando», dijo uno de los bomberos.
Al caer la tarde la tarea continuaba en el lugar ya que quedaban varios focos activos y el fuego seguía siendo intenso.