23/04/2018
En Alta Córdoba, podrían reformular aquel viejo dicho que se usaba para graficar cuando alguien está “muerto” por otra persona. Ese que dice que se está “con el corazón en la mano”.
En Calderón de la Barca esquina Jujuy se podría empezar a decir “con el corazón en la Gloria”.
Así se acostumbraron a vivir y a sobrevivir todos los habitantes que componen ese particular y cambiante “mundo Instituto”.
El Albirrojo te obliga a transitar tus días así: entre la rabia y la locura, entre la alegría y la decepción, entre la Gloria o la nada.
Anoche, cuando el Monumental ardía y el partido ante Argentino Agropecuario se iba con una derrota que podía costar demasiado cara para sus aspiraciones de clasificarse al Reducido, había una pequeña esperanza, una pequeña llamita. Aún cuando nadie creería, un hincha de Instituto sí.
Porque el hincha albirrojo que se acostumbró a vivir “con el corazón en la Gloria” lo sabe: puede pasar cualquier cosa. Así, después de miles centros que no terminaban en nada, de pelotazos que se consumían como los minutos, llegó el orgasmo futbolero.
Un centro, un cabezazo, un rebote, Aguirre que se la baja a Castelli y delirio. “El Facha” puso el 1-1 que sostuvo al equipo de Darío Franco en el sexto puesto de la B Nacional 2017/18.
Y es más: en la jugada posterior, ya sin segundos en el reloj del juez Gerardo Méndez, Aguirre metió un cabezazo en el palo que podría haber sido el triunfo. Pero no, ya era demasiado.
Una fortaleza
Eso significó en todo este torneo el Monumental de Alta Córdoba para el Albirrojo, que terminó el campeonato invicto en esa condición. De los 12 partidos disputados, ganó seis y empató seis (hizo 12 goles y apenas le convirtieron cuatro). Nadie pudo ganarle y tampoco pudo ayer Agropecuario, que se había aferrado a esos tres puntos con uñas y dientes.
Pero la fe de la gente (que fue en gran número y copó la cancha como pocas veces en el campeonato) y la actitud del equipo, logró emparejar un partido que venía cuesta arriba desde el vamos.
Foto: Pedro Castillo.
Algunos imaginaron fantasmas de otras tardes importantes en que las cosas salían muy mal para Instituto. Pero este no fue el caso.
Por eso el hincha aplaudió a rabiar a los futbolistas cuando se retiraron del campo. Y ellos estaban calientes, enojados, porque querían ganar.
Pero, sacando números y viendo resultados ajenos, el empate terminó siendo un buen resultado.
Hoy, se cerrará la fecha 24 con tres partidos y terminará séptimo en la tabla ya que se cruzan Atlético de Rafaela y Sarmiento a las 21.30 y uno de los dos lo superará (también jugarán Riestra-Aldosivi, a las 15.30, y Santamarina-Ferro, a las 20.30).
A Instituto le tocará visitar en la última fecha al descendido Flandria y allí buscará cerrar su ticket al Reducido. Pero ya saben, será así, con el corazón en la Gloria…
Fuente: Mundo D
