26/09/2018
Desde que asumió en su cargo en 2015, el intendente Neris Garraza (Unión por Córdoba) dona sus honorarios para realizar obras en el pueblo que gobierna. Eso le genera a su propia gestión el ahorro de $1.000.000 al año, dinero que sirve para concretar diferentes proyectos.
Garraza tiene 70 años, es médico pero percibe una jubilación como intendente ya que había ocupado el cargo anteriormente durante dos períodos: 1999- 2002 y 2003- 2006; de hecho rompió con la hegemonía histórica que mantenía el radicalismo en este pueblo.
«Desde que asumí en diciembre de 2015 nunca cobré mi sueldo, ya que tengo una jubilación como ingreso y me pareció un gesto muy importante dejar esos fondos al municipio para transformarlo en obras», expresó Garraza en declaraciones a La Voz de San Justo.
«Es un gesto que el pueblo se merece y de hecho no soy el único en la provincia que lo hace», agregó.
«Muchos intendentes ganarían más en su actividad privada»
En este sentido, el mandatario municipal aclaró que «yo no digo que todos los intendentes tienen que hacer lo mismo que yo, creo que es una decisión muy personal y en mi caso percibo tengo otro ingreso», aclaró Garraza.
«Hay mucho descreimiento de la gente hacia la política y lo que cobran los políticos, pero me animo a decir que la mayoría de los intendentes de la zona ganan mucho menos de lo que ganarían en su actividad privada y hasta relativamente menos de lo que perciben funcionarios de otros cargos políticos, teniendo en cuenta que la intendencia es una actividad de 24 horas y de máxima responsabilidad», reconoció.
Un millón de pesos anuales
Consultado sobre el ahorro que genera esta decisión para el municipio, el intendente justicialista precisó que «el municipio debería desembolsar el sueldo más un 35% aportes, lo que significaría alrededor de 1.000.000 de pesos por año. Se trata de un monto bastante considerable para municipios pequeños como el nuestro, que puede ser utilizado en obras».
Posteriormente reconoció que «a nuestro municipio le viene muy bien y de hecho nos ha permitido impulsar obras desde diferentes frentes».
Al respecto, garraza precisó que «hace dos años comenzamos con pavimento y cordón cuneta y no hemos parado hasta el momento. La idea es continuar mientras podamos».
«Asimismo hemos hecho una ciclovía, veredas y un playón deportivo. Estamos construyendo una sala de primeros auxilios en el dispensario local, hemos adquirido el ex sanatorio La Fontana, un edificio emblemático para el pueblo, el cual estamos recuperando y remodelando», continuó Garraza.
Además, el funcionario sostuvo que «estamos construyendo dos viviendas del plan municipal y comenzando con otra. Casi todas las calles de nuestro pueblo tienen rampas para personas con discapacidad; siempre hay algo por hacer».
La gente lo valora
Finalmente, Garraza comentó que «la gente del pueblo valora mucho este gesto, de hechos muchos no sabían del mismo».
«Yo tengo 70 años y tendría que estar descansando y disfrutando de la vida, porque me daría lo mismo venir o no al municipio, pero sin dudas es una vocación. En este sentido se hizo eco de las palabras del ex gobernador José Manuel De la Sota: «La política debe servir para arreglarle la vida a la gente y no la de los políticos».
Fuente: La Voz de San Justo
