13/09/2018
Una niña de 2 años, de la localidad de Devoto, se convirtió en las últimas horas en el primer caso en San Francisco al tener la angina bacteriana producida por la bacteria «streptococcus pyogenes», que ya causó la muerte de seis personas, entre ellas cinco niños y un adulto en distintos lugares del país.
La pequeña fue derivada el martes por la tarde a la Clínica Enrique J. Carrá (h) de nuestra ciudad, donde actualmente se encuentra internada, recibiendo tratamiento con penicilina por vena y evolucionando favorablemente.
El médico Fernando Zorzi (MP-24288; ME-10.610) del servicio de Otorrinolaringología de la Clínica «Enrique J. Carrá (h)» fue quien recibió a la menor y tras los primeros exámenes se sospechó que presentaba la angina causada por el estreptococo betahemolítico grupo A, que se da con más frecuencia en niños de 1 a 7 años, aunque también puede afectar a bebés y a adultos. En estos casos graves se produce una complicación ya que la bacteria pasa a la sangre causando serias consecuencias en la salud.
Zorzi, -quien también es jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Nuevo San Roque de Córdoba- afirmó que la niña llegó a la guardia complicada, en mal estado general, con fiebre alta cerca de 40º y decaimiento.
Explicó que el diagnóstico se hizo en forma clínica de acuerdo a la sintomatología que presentaba la paciente: fiebre alta, una amigdalitis pultácea que se ve en el examen físico con amígdalas blancas; también tenía adenopatía cervical, ganglios inflamados en el cuello y petequias -puntos rojos- en el paladar y en la lengua. «Por la sintomatología y la estadística, ya que el 90% de estas infecciones son por estreptococo, se presupone de la bacteria y ante eso se comenzó un tratamiento empírico sin tener identificado el germen», dijo el especialista a este diario.
Agregó que también «se le hizo un hemocultivo que tarda 48 horas en dar resultado, pero se comenzó inmediatamente el tratamiento empírico pensando que era un estreptococo. De todas maneras, las características clínicas ya lo definieron por los signos que tenía la paciente. «Cuando se ven las amígdalas blancas y pultácea sabemos que se trata de la bacteria estreptococo betahemolítico. El tratamiento fundamental es con penicilina que se administra por vía endovenosa».
Zorzi remarcó que el tratamiento encarado «dio resultados positivos, la niña está en excelente estado, hoy está tomando la mamadera y feliz con los padres».
No hay que perder tiempo
El especialista remarcó que en estos casos no hay que perder tiempo. La atención y el diagnóstico rápido son fundamentales para poder tratar la infección.
Explicó que para prevenir hay que estar atentos a los síntomas de alerta que son justamente la fiebre alta, el decaimiento y la dificultad para tragar por el dolor que causan las placas en la garganta.
El otorrino advirtió además que no existe una manera de prevención porque se contagia de persona a persona y explicó que es fundamental estar alertas a los síntomas característicos y consultar rápidamente al médico.
Por otra parte, Zorzi recordó que no debe existir la automedicación porque complica aún más el cuadro. «Cuando se administra un antiinflamatorio se enmascara la enfermedad, se calma el dolor, se desinflama pero la infección sigue activa, es muy peligrosa la automedicación», señaló.
Bacteria complicada
Se trata de una bacteria frecuente que produce amigdalitis en esta época, pero en estos casos se complica y la bacteria pasa a la sangre. ¿Por qué pasa al torrente sanguíneo?
Zorzi explicó que la amígdala «es un órgano de tejido linfoideo que está muy vascularizado, por eso pasa a la sangre la bacteria».
El médico explicó que estos casos graves «son una complicación de la enfermedad, la bacteria pasa al torrente sanguíneo y se produce una bacteriemia, a partir de ahí se pueden infectar las válvulas cardíacas produciendo valvulopatías; en los riñones causando insuficiencia renal y también afecta las articulaciones con la fiebre reumática», concluyó.
Fuente: La Voz de San Justo
