29/06/2018
En la concentración argentina en Bronnitsy se respira otro aire, eso es indudable. Desde que superás el primer control hasta que te cruzás con las diferentes personas de un batallón de unas 80 que por estos días viven en el espectacular centro de alto rendimiento que está entre el río Moscú y el lago Belskoe, se percibe otro ánimo. Muy distinto al de tensión, preocupación y angustia que reinaba antes del clasificatorio 2-1 contra Nigeria.
Es un clima que combina el calor de la mañana rusa, la calma por la clasificación que le siguió a la tempestad que desató el 0-3 frente a Croacia (reuniones y críticas mediante) y la ansiedad por el partido de mañana frente a Francia en Kazán por los octavos de final del Mundial.
“Está todo muy tranquilo”, no duda en afirmar un colaborador de la AFA, algo que se puede ver en los rostros de los jugadores, del cuerpo técnico y de todos y cada uno de aquellos que están cerca de la selección en estas horas clave, a punto de jugarse el pase a cuartos.
Y esas palabras son ratificadas después por Federico Fazio y Giovani Lo Celso en la conferencia de prensa que la casualidad de los números (asiste uno de adelante para atrás y otro de atrás para adelante, y ayer les tocó al “6” y al “20”) hizo hablar a dos que habían llegado a Rusia casi como titulares y que aún no debutaron, igual que Nahuel Guzmán y Cristian Ansaldi. Son cuatro los futbolistas que todavía no sumaron un minuto en este plantel que dirige Jorge Sampaoli.
Sampaoli fue uno de los más cuestionados de Argentina, pero su semblante también cambió. Distendido, el entrenador dirigió ayer la práctica. (AP)
A Argentina le volvió el optimismo, y el alma, al cuerpo. Confianza, ilusión, unidad, esperanza fueron algunas de las palabras más escuchadas durante el caluroso mediodía ruso, todo para reflejar que el grupo espera de la mejor manera el decisivo cruce contra los franceses. Otro conocedor de la “cocina” albiceleste bromea y grafica: “Te vas a dar cuenta de que está todo muy bien porque hablan Fazio y Lo Celso, porque si no en la conferencia estaría Mascherano de nuevo”. Tal cual. Fue el subcapitán argentino quien salió a dar la cara el domingo, cuando la crisis aún tardaba en ser superada.
Dentro de ese excelente ánimo, la idea que predomina es archivar en forma definitiva aquella dolorosa caída frente a los croatas y las consecuencias que trajo en la interna albiceleste para meterle para adelante pensando en el duro rival de mañana. “Se viene otra final y así hay que afrontarla”, afirmó Lo Celso, quien además tiró unas pautas de cómo pueden lastimar a Francia aprovechando los espacios libres que dejan cuando atacan.
Mientras tanto, los jugadores pasan las horas entrenándose –lo repiten hoy antes del mediodía, para tipo 15.30 volar a Kazán– y disfrutando del predio que les permite recrearse en las piletas, en el gimnasio, en los juegos e incluso pescando en el lago que está al frente de la concentración.
Di María tuvo un desempeño flojo ante Nigeria, pero se mantendría en el 11 titular para enfrentar a Francia. (AP)
Lo más importante es que el cambio de chip que produjo la clasificación les permitió renovar fuerzas, recrear el espíritu y velar las armas de la mejor manera para asegurarse que mañana todos lleguen óptimo para intentar dar otro paso hacia la gloria eliminando a una Francia de temer. Claro que esta Argentina ya se autodemostró y les hizo saber a todos que tiene el temple suficiente para superar cualquier obstáculo.
