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Legislatura de Córdoba: Ícono y testigo de 101 años de la política provincial

20/11/2019

Caía la tarde del martes 18 de junio de 1918 y el presidente del Senado a cargo de la Asamblea Legislativa, Ramón de Olmos, daba por inaugurada, en Deán Funes y Rivera Indarte, la que hasta hoy será la sede del Parlamento cordobés. Pasaron 101 años y cinco meses.

El mundo miraba a Córdoba en aquellos días porque estaba en pleno apogeo la revuelta estudiantil que dio origen a la Reforma Universitaria. De hecho, el primer asunto que se trató en el recinto que ahora dejan los legisladores fue un pedido de interpelación al ministro de Gobierno por la represión a los estudiantes que se manifestaban por las calles de Córdoba.

Las crónicas de La Voz sobre aquel traslado de la Legislatura del Cabildo al edificio rediseñado por el arquitecto Johannes Kronfuss fueron muy escuetas, ya que el tema central en las páginas del diario eran los hechos que desencadenaron la Reforma.

Desde los albores institucionales, y con un breve interregno, la Legislatura funcionaba en el Cabildo frente a la actual plaza San Martín, entonces Plaza Mayor, donde también estaban las sedes del Ejecutivo y de la Policía. No había más lugar ahí y la Provincia había recibido de la Municipalidad de Córdoba un inmueble en Deán Funes y General Paz como parte del pago de las obras de agua corriente y alumbrado público para una ciudad que entre la última década del siglo 19 y la primera del 20 había duplicado la población y tenía unos 130 mil habitantes.

Mientras el sistema democrático estuvo vigente, la Legislatura, antes bicameral y ahora de una sola cámara, sesionó allí durante más de una centuria, con algunas excepciones como una sesión secreta en un edificio contiguo en 1936 en la gestión del radical Amadeo Sabattini, una deliberación en una confitería en 1947 para destituir al mandatario peronista Argentino Auchter y otra en una casa particular en 1974 después del Navarrazo que sacó del poder al justicialista Ricardo Obregón Cano. En la etapa reciente, la Legislatura sesionó en algunas ocasiones en Río Cuarto, después de que la ciudad del sur fuera declarada capital alterna de la provincia apenas asumió José Manuel de la Sota en 1999.

Recinto. Será convertido en museo. (José Hernández)

Recinto. Será convertido en museo. (José Hernández)

Reelecciones y achiques

El repaso de esta última etapa democrática arroja interesantes curiosidades: dos reformas constitucionales, el tratamiento de la renuncia de un gobernador, complejas negociaciones en medio de varias emergencias, escándalos de todo tipo, protestas que derivaron en limitaciones para el acceso público a las sesiones y hasta el fallecimiento en plena sesión de un parlamentario, además de otros episodios médicos.

Las dos declaraciones de la necesidad de la reforma de la Constitución provincial, en 1986 y en 2001, estuvieron envueltas por la polémica. En el primer caso, Eduardo Angeloz pretendía incorporar la reelección que le permitiese la continuidad en el poder, y negoció el acompañamiento de una parte del peronismo para llegar a los dos tercios de ambas cámaras.

El PJ estaba dividido en aquellos años entre la ortodoxia y la renovación, que tenía a De la Sota como uno de sus referentes. De la Sota decidió no acompañar y los angelocistas tuvieron que buscar voto por voto entre los ortodoxos, en medio de sospechas y de denuncias de compras de voluntades. Hasta que apareció una fisura entre los renovadores. El gobernador riojano Carlos Menem, cofundador de la renovación peronista, mandó a los suyos en Córdoba a acompañar la declaración de la necesidad de la reforma. Unos meses después, el Banco de Córdoba le otorgó un importante préstamo al Banco de La Rioja.

La figura del recientemente fallecido Luis Medina Allende, entonces funcionario parlamentario y luego legislador expulsado por hechos de corrupción, era central en aquellos pasillos.

La Convención, que introdujo una larga lista de cambios en la Carta Magna provincial, sesionó en 1987 presidida por Roberto Loustau Bidaut, que venía de encabezar el Tribunal Superior de Justicia, lugar al que regresó y desde el cual habilitó en 1991 el polémico tercer mandato de Angeloz.

La otra reforma en 2001 fue simplemente para achicar la Legislatura y transformarla en Unicameral. Fue impulsada por De la Sota en su primer mandato en busca de golpes de efecto para lograr adhesiones a su gestión. Por eso hizo una consulta popular sobre el achique de gastos de la política y, tras el previsible “Sí”, le faltaban aún voluntades para los dos tercios de las entonces cámaras de diputados y senadores.

El radicalismo, encabezado entonces por el senador Miguel Nicolás, intentó otro golpe de efecto para neutralizar la jugada de De la Sota y aplazar la reforma. Propuso reducir el mandato de los entonces parlamentarios y votar la reforma dos años antes de la renovación de bancas. El gobernador justicialista fue en persona al recinto a decirles a los suyos que aceptaran en el acto y salió una reforma que ha dejado heridas que aún no cicatrizaron en la política cordobesa.

La Convención por la Unicameral fue muy breve: duró menos de una semana. La presidió el actual vocal de la Corte Suprema Juan Carlos Maqueda y quedó relegada a planos secundarios, ya que el segundo día de deliberaciones coincidió con el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001.

El paso de bicameral a unicameral implicó una pérdida de incidencia política, ya que hasta ahora el oficialismo ha tenido una cómoda mayoría, en función de los resultados electorales.

A vasazo limpio

La sesión más tensa que se tenga registro en esta etapa fue la del 23 de marzo de 2000. Eran los primeros meses de la gestión de De la Sota, que gobernaba con una composición legislativa sin mayoría aunque con un acuerdo con su antecesor, Ramón Mestre padre, para la aprobación de normas. Envió un megaproyecto de “Nuevo Estado”, que tenía como elemento de alta controversia la privatización del Banco de Córdoba y de Epec.

Pero los radicales no aceptaron ese punto y el peronismo salió a la búsqueda de votos para lograr en el Senado la mayoría que no tenía. En una negociación que fue objeto de hasta una investigación judicial, el frepasista Jorge Bodega cambió rechazo por aprobación horas antes de la sesión y desató el escándalo.

Bodega. El senador cambió su voto y hubo escándalo.

Bodega. El senador cambió su voto y hubo escándalo.

Cuando el presidente de esa cámara y activo participante en las tratativas, Carlos Presas (actual legislador), contó que tenía justo los votos para aprobar, cerró el debate. Pero el presidente de la bancada radical, Martín Ambort, no lo aceptó. Como no le daban la palabra, se fue hasta el estrado de la presidencia y le arrebató el micrófono a Presas. En medio del griterío, Ambort comenzó a denunciar atropellos. Se paró su correligionario Alfredo Bría y le arrojó un vaso de agua a Bodega en la cara. Empapado aún, el senador por Punilla levantó la mano en la votación, que salió 34 a 33 y la ley del Nuevo Estado se conoció como “ley Bodega”.

Ya había habido un episodio parecido el 28 de junio de 1995, en los últimos días del tercer mandato de Angeloz. El diputado por la Ucedé Roberto Cornet estaba fustigando al gobernador y aludió a algunas “costumbres sexuales”. La radical Gloria Gianni se levantó de su banca y le dio una cachetada a Cornet.

De inmediato, el justicialista Arnaldo Lamisosvsky le tiró un vaso a la parlamentaria radical, pero terminó impactando en la cabeza de su compañero Jorge Montoya, mientras el radical Juan Aguilera le arrojaba golpes de puño al peronista Eduardo Nieva, de pasado boxeador.

Sin visitantes

Aquellos hechos de finales de 1994 y comienzos de 1995 venían acompañados de protestas callejeras, que fueron llevando a un vallado de la esquina de Rivera Indarte y Deán Funes y a un exhaustivo control en el ingreso al edificio legislativo. Hasta entonces, el público solía seguir las sesiones desde las gradas, cosa que es muy poco frecuente en estos días. Esas protestas, que se mantuvieron en el tiempo, fueron el argumento para este traslado de la sede de la Legislatura, en especial por la queja de comerciantes.

En 1995, la emergencia económica fue aprobada a través de un acuerdo muy particular entre los gobernantes radicales y los opositores peronistas. Como había habido protestas, se decidió un fuerte vallado. Los del PJ habían acordado no ir al recinto para que los radicales pudiesen votar en soledad y rápidamente la norma, y usaron la excusa de los controles para denunciar que no los dejaban acceder. Ese día, Diputados terminó la sesión y el Senado arrancó, mientras los integrantes de la otra cámara se levantaban de las bancas.

También las emergencias de De la Sota y de Juan Schiaretti generaron protestas violentas fuera del recinto, en especial la reforma previsional del 30 de julio de 2008 en el primer mandato del actual gobernador, que terminó con múltiples daños en las inmediaciones de la sede legislativa.

En 2012, De la Sota hizo aprobar una reforma previsional que llevó en persona al recinto en apenas unos minutos, sin tratamiento en comisión.

Muerte en el recinto

El hecho más trágico fue la muerte en plena sesión del senador del PJ por San Justo Carlos Baldrich, el 23 de mayo de 1996. Baldrich defendió con mucha vehemencia en esa sesión a su compañero Amílcar Ramondelli, a quien le habían pedido el desafuero por denuncias en gestión como intendente de Tancacha. Apenas terminó de hablar, se desvaneció y falleció en pleno recinto.

Cuatro años después, el 22 de junio 2000, el senador Horacio Obregón Cano, que había regresado del Frepaso al PJ, sufrió un infarto mientras fundamentaba la designación de Nelson Filippi como defensor del Pueblo.

De mucho menos gravedad, el 1º de febrero de 2018, Schiaretti interrumpió su discurso de apertura de sesiones por una lipotimia que le generó un desvanecimiento.

Un edificio moderno a metros del Panal

El "silo". La cubierta externa, de chapa, lo asemeja a un silo. (Ramiro Pereyra)

El «silo». La cubierta externa, de chapa, lo asemeja a un silo. (Ramiro Pereyra)

Con un acto que encabezará el gobernador Juan Schiaretti, el flamante edificio que albergará al Poder Legislativo provincial quedará inaugurado el próximo martes. En el lugar, se descubrirá una placa con los nombres de los 70 actuales legisladores, quienes inaugurarán la nueva estructura edilicia.

Formalmente, la primera sesión del pleno se realizará al día siguiente, el miércoles.

De acuerdo con el cronograma difundido por la presidencia provisoria, a cargo de Oscar González, el miércoles 27 se sancionará el Presupuesto 2020, cuando sea tratado en segunda lectura.

Para el martes 10 de diciembre, a las 8, está prevista la jura de Schiaretti para su tercer mandato no consecutivo. La nueva Unicameral será presidida por Manuel Calvo, el próximo vicegobernador.

Nuevo uso: Agencia Córdoba Cultura

Una vez que el cuerpo legislativo deje las reparticiones que tiene tanto en el edificio de Deán Funes y Rivera Indarte como en el anexo, esas instalaciones serán ocupadas por la Agencia Córdoba Cultura. El actual recinto quedará intacto, con el mismo mobiliario. Ese lugar será convertido en museo junto con otras dependencias de la histórica construcción. Entre las ideas que se barajan, está la de dotar al lugar de un café literario o de un restaurante. “Queremos que el lugar siga siendo un espacio vivo y con tránsito de gente”, dijeron las actuales autoridades.

Fuente: La Voz del Interior

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