23/01/2018
El Mundo Talleres tiene una dinámica inigualable. Ocurre que hay veces, como ahora, en las que uno solo de sus habitantes cruza a todos sus estamentos y obliga a pensar en escenarios posibles. Con o sin él. Hace poco, fue Pablo Guiñazú y aquella cuestión familiar que obligó a que dirigentes, compañeros, el DT Frank Kudelka y los hinchas tuvieran que rezar para que pudiera seguir en Talleres durante un semestre más.
Ahora, el protagonista es Emanuel «Bebelo» Reynoso, el “10” de Talleres que Independiente quiere llevarse a cambio de 3,5 millones de dólares por la mitad de su ficha, en una negociación que concluirá hoy ya que la “T” recibirá a San Lorenzo el viernes a las 21.15. El Rojo busca reemplazar parte de la impronta que se le fue con Ezequiel Barco para jugar lo que resta de la Superliga, Copa Libertadores, Recopa Sudamericana y Copa Argentina. Y por si fuera poco, en las últimas horas Boca habría reforzado su interés por el volante.
Para Talleres es un jugador irreemplazable que recuperó para sus inferiores luego de que el pibe de 22 años había dejado de jugar por varios inconvenientes personales, la mayoría adjudicados a su entorno. Entre ellos, aquel tiro que recibió en su pierna hábil y el episodio policial de 2017 en el que la Justicia pasó a investigarlo como “participe necesario de un caso de abuso de arma de fuego” sucedido en Estación Ferreyra, que le valió quedarse fuera del clásico con Belgrano (“No tenía que estar en ese lugar”, supo decirle a Mundo D).
“Bebelo” forma parte del tridente que forma junto a Pablo Guiñazú y Juan Ramírez o Fernando Godoy (la primera formación era con Leonardo Gil) que inventó Frank Darío Kudelka para darle una identidad de juego al equipo. Es esencial, porque se transformó en un jugador que dejó de jugar “solamente como enganche” y que también sirvió para “ocupar una posición a la hora de recuperar la pelota”. Se hizo un volante mixto y gravitó en serio.
El mencionado Ramírez, Nicolás Giménez, Joel Soñora (uno de los refuerzos albiazules, 20 años y proviene del fútbol alemán) y Ezequiel Beltramone (viene de la división reserva) son las alternativas de las que dispone Kudelka. Nombres que están lejos de “Bebelo”, en características y en realidad. Además, en la “T” ya tampoco está Sebastián Palacios, quien también fue clave en el ataque.
Así y todo, Kudelka no va a renunciar a su estilo. Sabe que si no está “Bebelo”, deberá arreglarse con lo que tenga. “Somos un equipo de ataque. Mi arco sigue siendo el de enfrente. Así concibo el fútbol. Más allá de las elementos de los que uno tiene, de los rivales y las canchas”, dice siempre Kudelka, quien volverá a su laboratorio las veces que haga falta para encontrar soluciones futbolísticas y sostener el protagonismo de la “T” en pos del objetivo de clasificar a las Copas continentales
Avellaneda… ¿o La Boca?
Para sostener el sueño, lo ideal será conservar a “Bebelo” al menos por este semestre. Sin embargo, la realidad económica le plantea a Talleres la necesidad de vender un jugador. Es cierto que se trata de no hacerlo “a cualquier precio”, como dijo el presidente Andrés Fassi en varias ocasiones. Pero en esta gestión ya se vendieron a Palacios y a Victorio Ramis.
Lo concreto es que hoy se definirá si Reynoso (58 partidos, cuatro goles) se va de Talleres. Independiente pone 3,5 millones “verdes” por la mitad de su pase y Talleres (tiene el 80% de la ficha; el resto es del Cibi) quiere medio millón más.
Como si todo esto no fuera suficiente, Boca estaría dispuesto a hacer un ofrecimiento de esos difíciles de rechazar y que rondaría los 6,5 millones por el 100%. Y, por las dudas, un club de Brasil y otro de Emiratos Árabes siguen todo con atención. La historia empieza a cerrarse, con o sin “Bebelo”.
